¡Hola, a todas¡ Esta es, sin duda, la pregunta más frecuente que recibo en mi correo, diariamente. De forma invariable, diariamente alguien me manda unas fotos pidiéndome opinión de si yo creo que puede competir o no.

Entiendo perfecto la duda, ya que en un principio yo también la tuve, y considero importante darles un panorama completo antes de que decidan una cosa u otra.

No hay alguien que haya nacido para competir o no, este es un deporte y un estilo de vida, no un don divino, así que no piensen que la naturaleza les negó la oportunidad de hacerlo. Mentiría al decir que la genética no juega un papel importante, así como los hábitos que han mantenido; sin embargo, no es una pared impenetrable. La suma de su VOLUNTAD y su ESFUERZO, sumado a un programa bien diseñado, puede hacer progresar su cuerpo de manera que lo lleven a un nivel competitivo y los hábitos pueden modificarse.

Si hiciéramos una encuesta a todos los competidores exitosos, creo que menos de la mitad dirían que estaban en muy buena forma antes de pensar en competir y el mejor ejemplo de esto soy yo. En el momento en que decidí competir tenía más de 10 kilos de sobrepeso, así que no se dejen intimidar por los cuerpos que ven en el escenario… al contrario, tómenlo para motivarse y visualizarse, siempre digo que si tuviera que describir el fitness en una palabra sería EVOLUCIÓN.

Este deporte no solo modifica nuestro cuerpo, sino también nos hace personas de carácter, con voluntad, determinación y esto se refleja en más aspectos de la vida. El fitness nos permite disfrutar el tiempo que nos dedicamos a nosotras mismas: hacer deporte, cuidarnos, así como disfrutar cuando llegan los resultados, sonreír cuando vemos que podemos correr más rápido, entrenar más fuerte o hacer mejor la dieta, etc. La idea es disfrutar lo que hacemos.

Además, es cierto que competir no es la única manera de ponerse en forma ni el único reto para lograr el mejor cuerpo de tu vida, también es muy válido querer lucir superfit sin tener que pararse en un escenario. Todo depende de qué es lo que te llama la atención, lo que sí les puedo decir es que si ya les entró el “gusanito” de competir… ¡háganlo! Estar en un escenario, luces, tacones altísimos, traje de fantasía y miles de espectadores viendo no es para todas, pero si tienes la inquietud de hacerlo… ¡HAZLO! Anímate y consíguelo como un reto personal, algo que vas a lograr solo para ti.

Como buena administradora de empresas me gusta analizar pros y contras de las cosas, las ventajas y desventajas. Aquí les comparto mi opinión:

Pros:

  • TIENES FECHA LÍMITE PARA LOGRAR TU MEJOR FORMA

Las dos palabras que nos hacen más daño son: MAÑANA EMPIEZO. Todos tendemos a posponer por días, semanas e incluso meses el cambiar nuestros hábitos: “hoy ceno unas flautas porque ya mañana empiezo la dieta”, “mejor aprovecho el fin de semana para enfiestarme sin remordimiento porque el lunes ya, ahora sí, voy con todo”, “no hay problema, pide el fondue…, pero ya en enero nada de esto, ¿eh?”.

 

Es parte de nuestra condición humana dejar para después lo que no nos resulta placentero, pero lo único que logramos con esto es retroceder y seguir retrocediendo, porque el lunes empezamos… pero el miércoles ya otra vez dejamos la dieta para el otro lunes, y así se nos van los meses.

 

El tener una fecha de competencia nos ejerce mayor presión, las semanas corren y tienes contados los días para ponerte en forma, la simple idea de pensar que estarás enfrente de más de mil personas usando un bikini ¡te quita el antojo de cualquier cosa! ¡Y es así como consigues un cuerpo que nunca antes habías tenido!

 

  • ES TU MOMENTO

 

¿Alguna vez han pensado cuánta gente, a lo largo de su vida, tiene la oportunidad de pararse en un escenario y sentir el apoyo de sus amigos y familia? ¿Cuántas personas conocen la sensación de oír en un teatro que el público grita su nombre? ¡Esta experiencia no tiene precio!

 

No se trata del grupo de fans de Ninel Conde, se trata de personas que te conocen, te estiman y han vivido contigo el proceso de alcanzar tu meta. A mí me resulta muy halagador y me inspira saber que hay personas que conocen este deporte, que valoran lo que he hecho para estar ahí y que lo demuestran apoyándome ese día. Ese es el punto de culminación de todo tu esfuerzo, independientemente del resultado, son instantes increíbles e irrepetibles.

 

  • HACES AMIGAS

 

Una de mis partes favoritas de competir es estar en los camerinos, los nervios a tope, niñas corriendo buscando un segurito, pegamento para las pestañas o spray para el pelo, bolsas de Oxxo llenas de Pingüinos, chocolates y Cocas light, porque ¡finalmente, se puede comer! Algunas botellitas de vino tinto para “motivarse”, pero que ayudan más a quitar los nervios; y alguna competidora preguntándote cada 30 segundos si su pintura está bien.

 

Normalmente, en los eventos hay que estar un buen rato en el camerino, hay que aprovechar para convivir con las demás competidoras, y ser amables, nunca saben cuándo puede surgir una buena amistad, porque, a veces, ¡solo alguien que pasa por lo mismo que nosotras puede entendernos bien!

 

Por supuesto que no falta la (o las) competidora(s) con mala vibra, que está en una esquina viendo a todas con cara de: “¿y tú qué haces aquí…? Pero es superimportante mantener el espíritu deportivo y disfrutar el momento, ¡ES TU DÍA!, y esto no pasa diario, así que ¡disfrútalo!

 

Por supuesto, todas queremos ganar, pero eso no significa que estamos ahí para despedazarnos, una verdadera atleta sabe que LA GUERRA ES EN EL ESCENARIO… no abajo.

 

  • FORJAS CARÁCTER

 

La sensación de subirte a un escenario habiendo cumplido correctamente con tu preparación es maravillosa. Es lógico que haya contratiempos, obstáculos y errores, y eso a todas se nos atraviesan, pero cuando finalmente llega el día de tu competencia y te das cuenta de cómo resolviste cada uno de ellos, llegaste hasta el final a pesar de haberlo dudado en algunas ocasiones, te das cuenta de cuánto creciste en el camino. Te vuelves mucho más fuerte mentalmente, aprendes a defender tus sueños, independientemente de lo que la gente opine, y te das cuenta de que puedes lograr lo que te propongas.

 

 

  • SALES EN REVISTAS

 

¿Cuántas de sus amigas salen en revistas? A menos que se dediquen a la farándula, ¡la mayoría no lo hace! Es padrísimo llegar a Samborns tomar una revista, abrirla y ¡verte ahí!

 

Al principio es extraño, no sabes si decirle al de al lado: “¡mira, esta soy yo!”, o cerrarla, porque quizás alguien te reconozca. Entonces compras todas las que hay y te las llevas para presumirlas (y si no me creen… ¡espérense a salir en una!).

 

Una vez más, no es por ser estrellas o sex symbols, es porque ahí está la retribución de nuestro sudor y lágrimas, ¡literal!, y aparte, ¿a quién no le gusta verse bonita?

 

 

  • GANAS UN TÍTULO

 

Imaginemos que “Marianita” llevó a cabo de buena manera cada etapa de su preparación, entrenó e hizo su dieta como campeona, practicó caminar con sus zapatos hasta que lo dominó, fue a sus sesiones de pasarela, mandó a hacer su bikini con tiempo, su traje de fantasía fue original y se presentó con un maquillaje y peinado que la hacían lucir espectacular, como podemos suponer, ¡Marianita ganó y es Miss Bikini México!

 

¿Y ahora qué? El tener un título les abre muchas puertas y les da un valor agregado. No es lo mismo un consejo de la persona que vende “jugos quemagrasa” que de alguien que tiene méritos deportivos. El provecho que le saquen a sus títulos depende de ustedes: pueden conseguir descuentos o patrocinios en trajes, disfraces, maquillaje, peinado, ropa deportiva, bronceado, mensualidad del gimnasio, etcétera.

 

Pero SIEMPRE tengan en mente que es un intercambio, ofrezcan promover a la empresa que las está apoyando de alguna manera.

 

 

Contras

 

  • REBOTE

 

El famoso “rebote” después de competir es un mal común, terminando el show y después de tantas semanas de régimen estricto lo inevitable es que quieras comerte el mundo. Como no tienes evento en puerta puedes faltar a entrenar o comer de más sin que “pase nada”, y es aquí donde a la gran mayoría se nos mete el agua al barco y mientras más novatas somos, peor.

 

En mi primer concurso reboté casi 10 kilos y ¡fue horrible! Decidí que no volvería a pasar por eso, el daño tanto físico como psicológico que esto provoca puede ser grave. La buena noticia es que ES PREVENIBLE, si platican con su coach y hacen énfasis en que esto es un ESTILO DE VIDA y no únicamente un episodio de su vida pueden lograr aterrizar bien de sus competencias.

 

 

  • COSTO

 

Como todo en la vida, competir también tiene un costo en tiempo y dinero. Los gastos incluyen desde la dieta y suplementos hasta el bikini, bronceado y accesorios. Considera como parte de tu preparación tener un poco de dinero guardado para todo lo que vas a necesitar, hay manera de economizar y gastar lo menos posible, pero es un hecho que tienes que tener un “colchón” de ahorros para sacar adelante tu evento.

 

Ahora, en cuestión de tiempo, una preparación siempre es cara, requiere tiempo para entrenar, preparar tus comidas, ensayar tu presentación y hacer tus trajes. Existirán varias ocasiones en las que tengan que dejar de ir al cine, a alguna fiesta o a algún viaje para poder llevar a cabo su preparación exitosamente, por eso es importante planear bien su evento en términos de fechas, para que no tengan muchos compromisos importantes.

 

Si no estás en un momento en el que cuentas con ambos, tal vez sea buena idea posponer tu fecha de competencia y esperar a que todos los factores estén alineados para que puedas disfrutar el proceso y enfocarte a hacer un buen papel en tu evento.

 

 

  • ESTADO DE ÁNIMO

 

Lo estricto de la dieta, lo exigente del entrenamiento y la presión del evento se verán reflejados en su estado de ánimo. No para todos es igual, hay quienes están de malas desde que empiezan a hacer dieta y quienes solo los últimos días están presionados. Competir no es sinónimo de convertirse en el “enanito gruñón” de Blancanieves, pero tienen que saber que la suma de estos factores generalmente afecta el humor, algunas se sienten irritables, otras muy sensibles y otras se vuelven muy intensas. Conforme vayan tomando experiencia al competir, verán que lo controlan mejor, todo se reduce a manejo del estrés y de la frustración.

 

 

  • PRESIÓN SOCIAL

 

Si eres de las personas que son muy susceptibles a lo que opinan los demás, debes reconsiderar competir. Es muy probable que recibas varias opiniones negativas, tu familia te dirá que les dedicas poco tiempo, tus amigas pensarán que te has vuelto demasiado “vanidosa y superficial” o hasta “autodestructiva, porque estás demasiado flaca”, y es probable que oigas críticas de personas que no entienden para qué demonios te quieres pasear en bikini en un teatro lleno de gente (mi abuela es una de ellas… no saben el trabajo que me costó que lo viera como un deporte), así que no esperes que todos te echen porras y admiren tu dedicación, se los advierto, para desarrollarte en este deporte HAY QUE IR CONTRACORRIENTE.

 

No todo es una pesadilla, también conocerás a tus verdaderos amigos, te sorprenderás de recibir empatía de quien menos lo esperaste y conocerás personas con las que compartes el interés de llevar una vida más sana y llena de retos.

 

El único consejo que les puedo dar y que he aprendido a lo largo de los años es: DEJA DE JUSTIFICARTE… Muchas veces me sorprendí a mí misma justificándome ante la gente: “¡es que el fitness es un verdadero deporte!”, “¿sabes todo el esfuerzo que implica?”, “¿sabes lo difícil que es hacer la dieta?”.

 

“No, abuela, no es pasearme en bikini por exhibicionista, es la manera de enseñar tu trabajo y de transmitir tu personalidad al público”, etc.… Y hay que enfrentar el hecho de que existen personas que simplemente NO LO ENTIENDEN ni lo entenderán… ¡Así que no se desgasten!

 

Lo que yo hago ahora con esas personas es decirles: “es un proyecto personal, me encantaría que me apoyaras, y si no, lo entiendo, no te preocupes”. El valor de lo que haces no depende de la opinión de la gente… Preocúpate por la opinión que tienes de ti misma y por la de los jueces, nada más.

 

Espero que este artículo les sirva para orientarlas un poco, competir o no competir depende de cada una, una buena estrategia es ponerse en forma y una vez que estén ahí decidan si es lo que quieren, vayan a los eventos que les interesan, observen de qué se trata, y cualquiera que sea su decisión, tengan en mente el progreso tanto físico como mental; lo mágico de los deportes es que siempre nos permiten superarnos, las invito a todas a que no dejemos de intentarlo.